ebook-Desde La Sala Del Cielo Hasta La Sala Del Trono De La ! Gracia Y La Misericordia

Description

Cuando compre la versión del libro electrónico, recibirá un correo electrónico de confirmación de Glorious Creations para su pedido. Ese correo electrónico tendrá el PDF del libro electrónico. Haga clic en ese PDF y podrá descargar el libro.
Desde La Sala Del Cielo Hasta La Sala Del Trono De La ! Gracia Y La Misericordia

Manual del creyente para legislar desde los lugares celestiales En respuesta a una oración por nuestra hija, tuve un sueño. En el sueño me encontré en una sala de justicia celestial frente al Juez del cielo y la tierra. Él explicó por qué no habíamos recibido respuestas a nuestra oración antes y me instruyó a orar de una manera específica. Después de seguir el protocolo de la sala de audiencias que Él me reveló, nuestras oraciones fueron contestadas en una semana – después de siete años de orar de todas las formas en que supimos orar. Al seguir las instrucciones del Señor podemos estar seguros de la victoria. Esto no significa que cada resultado será lo que esperabas, pero el resultado será la voluntad del Señor para cada situación. El Juez del cielo y la tierra está invitando a que aparezcan en Su Sala. 25 Yo, y nadie más, soy el que borra tus rebeliones, porque así soy yo, y no volveré a acordarme de tus pecados.26 Refréscame la memoria. Entremos en juicio al mismo tiempo. Toma la palabra y defiéndete. – Isaías 43:25-26 i Aproveche su oportunidad. Aparezca donde no se espera que aparezca, donde su adversario, el acusador, también conocido como satanás, está presentando su caso. Como creyentes, nuestro propósito en la Sala de los Cielos es interceder como un Embajador de la Reconciliación, para estar en la brecha en nombre de las personas, las regiones, los gobiernos y las naciones. Por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda. – Hebreos 4:16 Con Jesús como nuestro Redentor, la Palabra como nuestra Defensa, el Espíritu Santo como nuestro Consejero, y el Juez como nuestro Padre, podemos ganar nuestro caso en el cielo para la victoria en la tierra.